EDITORIAL
Actualmente
en Colombia, se refleja el proceso de inclusión de la mujer en el sistema
educativo, en cuanto a que hay garantía en su vinculación a la Universidad y el
papel profesional y laboral que ocupa en la sociedad, se alterna con su rol de esposa
y madre. Aunque dentro de la historia se dieron muchos debates al respecto. Hoy
se puede afirmar que, no se dio un solo cambio, sino una expansión de las
posibilidades de la mujer, y en general una apertura en la mentalidad. Así,
durante los primeros años del Siglo XX, el progreso comercial del país se sumó
al progreso educativo, posibilitando a la mujer nuevas oportunidades laborales
distintas a las del hogar, a pesar de que este fue un proceso lento; en la
actualidad, se puede vislumbrar una equidad de género en cuanto al acceso de la
educación femenina en Colegios y Universidades al igual que en el sector de la
productividad.
Así,
el proceso de inclusión de la mujer en el actual sistema educativo colombiano,
se refleja en una evolución que ha pasado por diferentes etapas o momentos que
tienen una profunda relación con la posición y los avances en el conjunto del
sistema social o en otro subsistema de cada sociedad. Así, a medida que las
mujeres van ocupando puestos de responsabilidad, el ámbito reproductivo va
quedando más desatendido a pesar de que siguen manteniendo, pero se trata de
una menor dedicación, dado que ahora deben compartir sus funciones con las
desempeñadas en su profesión. Paralelamente, las mujeres han adquirido
capacidades que antes les estaban vedadas y por consiguiente dejan de ver el
mundo público y las actividades profesionales como un ámbito superior al que
antes no podían acceder.
De
esta manera, comienza la visualización de la mujer en el cambio social y
cultural, a señalar la existencia de una diferencia, de unos valores y
actividades que tradicionalmente han sido considerados como propios de la mujer
y que van quedando relegados en la nueva forma de organización social. Y
comienzan a constatar que aquellas actividades y valores, aun cuando eran
depreciados, tenían un alto nivel de utilidad y que su desaparición trae
consecuencias negativas tanto a nivel individual como colectivo. Hoy encontramos alianzas ínter sectoriales para implementar
la equidad de género en educación; en La política de mujeres constructoras de paz y desarrollo,
se incluyó un Programa Nacional en Educación y Diversidad, con este se busca
superar los obstáculos culturales para la equidad de género teniendo en cuenta
la multiculturalidad y el desarrollo local.
Igualmente, se
ha dado la inclusión femenina en la educación a partir de redes de
empoderamiento y se han constituido desde el
triángulo de poder entre mujeres en la política, mujeres de
organizaciones populares y funcionarias de las áreas de mujer y desarrollo, los
consejos comunitarios de mujeres para integrar o hacer cumplir la perspectiva
de género en planes de desarrollo local a partir de las alianzas con
candidatos(as) a cuerpos colegiados, participación en cabildos y encuentros
ciudadanos, y mesas de trabajo. El cumplimiento de la Ley de Cuotas, también se
han abierto caminos para presionar y negociar que en los planes de gobierno la
inclusión de mujeres en la gestión local y agendas de equidad de género.
CONTEXTOS
POLÍTICOS Y EDUCATIVOS EN AMÉRICA LATINA
ACTIVIDAD
5: TRABAJO COLABORATIVO 1
UNAD.
Respuesta
a la pregunta: ¿Cómo se refleja el proceso de inclusión de la mujer en el
actual sistema educativo colombiano?
Grupo
551047_8:
Ana Consuelo Montenegro. 36993052
Aida Myriam Arciniegas. 36933014
Nubia Patricia Pérez. 36168349
Ana Bertha Rodríguez. 35466555
Lina Andrea Hernández. 35428577
No hay comentarios:
Publicar un comentario